miércoles, 9 de marzo de 2016

Animación Occicental
Desde el principio influenciados por la animación americana, en especial con las producciones de Disney, llegó por fin en 1950, con gran retraso, a sus manos la película de “Blancanieves y los siete enanitos” (1937). Esta película causó estragos entre las personas decicadas a la industria de la animación como por ejemplo al director Osamu Tezuka, que afirmó verla alrededor de cincuenta veces.
Noburo Ofuji
En 1952 llega la película “La ballena” por Noburo Ofuji, un remake de su anterior trabajo que finalizó en 1927. En esta nueva versión de su película, Ofuji tomará la inspiración de las vidrieras occidentales para el uso de celofán coloreado. Por la calidad de su nueva obra se la permitió competir en 1953 el la sección de cortos del festival de Canns, pero fue Crin Blanc con su obra “Albert Lamourisse” (1953) la que quedó finalmente como ganadora, seguida sin embargo, por un segundo puesto logrado por Ofuji. Pocos años después, su obra “El barco fantasma” (1956) consiguió un galardón especial en el Festival de Venecia, lo que llevará a Ofuji a ser reconocido fuera de Japón.
Ryuichi Yokoyama y la Otogi Productions
Ryuichi Yokoyama, el conocido dibujante del manga “Fuku-chan”, decide en enero de 1950 lanzarse al mundo de la producción de películas animadas. Esto fue debido de nuevo a la influencia de la animación occidental, en este caso el corto de Disney llamado “The Skeleton Dance” (1929), estrenada en Japón en 1930.
Tras tomas semejante decisión, Yokoyama adquirió una cámata de 16mm y convirtió su casa en un peculiar estudio de cine al que dió el nombre de Otogi Productions. En marzo de ese mismo año comenzará su trabajo comenzará su carrera ayudado y apoyado por un equipo que formarían seis personas.
En diciembre de 1955 vio la luz en una sala privada su primera producción, un mediometraje llamado “Onbu o-bake” (“El duende a hombros”). A dicha proyección acudieron varias personalidades del entorno cultural entre los que podemos destacar a Yukio Mishima.
Su segunda producción, “Fukusuke”, llegó en octubre del año 1957. Al año siguiente de su salida ampliará su estudio ocupando para ello el terreno de los jardines de su casa y contratando personal hasta llegar a formar un grupo de trabajo de 23 personas. Tras esta remodelación, el 1959 acabará su tercera obra, “Hyotan Suzume”, en la que narrará la lucha contra unas malvadar ranas que han quebrado la paz de una aldea poblada por pacíficas congéneres.
Ya en 1962 se estrenará “Otogi no sekai ryoko” (“Viaje alrededor del mundo”). Película compuesta por cinco partes. La tercera de dichas partes, llamada “Tatsumaki ni sukareta akai shatsu” (“La camisa roja que se llevó el ciclón”) se remitirá al estilo ukiyo-e.
A pesar de sus éxitos, Otogi Productions necesitó grandes préstamos económicos para la producción de largometrajes. Al no conseguir recuperar el dinero invertido, la productora tuvo que declararse en banca rota en 1072.
A psar de todo, de la productora de Yokoyama salieron nuevos técnicos del género como Shinichi Suzuki, que realizó en solitario un cortometraje titulado “Purasu 50.000 nen” (“50.000 años después”), en 1961. Este trabajo le consiguió buenas críticas en el país galo tras su proyección en el Festival Internacional de Cortometrajes.

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